Ermita de la Alcobilla
La Ermita de la Alcobilla es un destacado centro de peregrinación y devoción mariana situado entre los pueblos de San Justo y Rábano de Sanabria, en la provincia de Zamora. Este templo, de considerables dimensiones y calidad constructiva, es un ejemplo del patrimonio religioso de la región.
Historia y Leyenda #
El nombre “Alcobilla” posiblemente deriva de “escubilla”, relacionado con las escobas (arbustos de flor blanca o amarilla) que abundan en los alrededores. Según la leyenda, un pastor encontró una imagen de la Virgen María bajo una escoba, lo que llevó a la construcción de la ermita en ese lugar. Se dice que en este paraje existió una ciudad romana llamada Alcobilla Lliucencia, y aún se conserva una estela con rueda solar empotrada en la antigua casa del santero.
Arquitectura y Entorno #
El templo destaca por su magnífica torre campanario, rematada con una cúpula pintoresca y una hornacina sobre la puerta que alberga una escultura de la Reina de los Cielos. La ermita, que data del siglo XVI, podría haber sido construida sobre un santuario más antiguo.
El entorno de la ermita es igualmente impresionante, con numerosos castaños centenarios y algunos milenarios, que añaden un valor natural y paisajístico único al lugar.
Festividades y Romerías #
La Ermita de la Alcobilla es el escenario de una de las romerías más importantes de la comarca de Sanabria. Cada 8 y 9 de septiembre, los pueblos de San Justo, Barrio de Rábano y Rábano llevan en procesión a sus Vírgenes y pendones para honrar a la Virgen de la Alcobilla. Esta festividad, acompañada de gaitas y tambores, es una celebración de la tradición y la devoción local.
Durante los nueve días anteriores, del 30 de agosto al 7 de septiembre, se celebran misas en memoria de los hermanos cofrades fallecidos, en un evento conocido como “La Novena”.
Cómo Llegar #
La Ermita de la Alcobilla está situada en un cruce de caminos entre San Justo, Coso, Barrio de Rábano y Rábano. Su ubicación en el parque natural del Lago de Sanabria hace de este lugar una visita obligada para quienes desean combinar espiritualidad, historia y naturaleza en su viaje.
Visitar la Ermita de la Alcobilla no solo ofrece una inmersión en la fe y la tradición, sino también la oportunidad de disfrutar de un entorno natural de gran belleza.